miércoles, 8 de abril de 2020

Islandia - Costa y fiordos del Este

Si al pasar por Höfn tenéis tiempo, entrad hasta el puerto y dad un pequeño paseo, también habría que aprovechar el Netto para hacer algunas comprar antes de adentrarse el los fiordos del este.

Camino a Djopivogur hay varias paradas de esas de bajar del coche y disfrutar de unas bonitas vistas, con pintorescas playas como Lækjavik, una zona de acantilados. También pasaremos por la reserva natural de Hvalnes, una bahía/ensenada que suele haber unas gigantescas colonias de cisnes cantores.

Hoy toca una de las pozas hidrotermales más surrealistas y curiosas de Islandia, Djupavogskörin, se podría decir que es una bañera de hojalata puesta en un sitio cojonudo… después del baño, aconsejo un paseo por el puerto de Djopivogur, que es pequeño pero con unos edificios bastante chulos, y hay un museo del típico guiri loco, Gallery Freevilli, que se dedica a hacer esculturas con esqueletos de ballena o con cualquier cosa que encuentre por ahí…

Seguramente os encontréis con grupos de piscifactorías flotando en el Berufjördur, el primero de los fiordos del este, suelen ser de salmones o bacalaos. Se da la circunstancia de que en los fiordos hay tanta comida natural, que estos peces de piscifactoría son casi casi salvajes, por eso tienen tan buen sabor.

Saldremos del fiordo por el valle de Öxi, parando en Folaldafoss (la cascada del caballo) para poder disfrutar tranquilamente de las vistas de nuestro primer fiordo islandés, con los característicos amplios valles glaciales estratificados y erosionados formando terrazas, y ese precioso color verde intenso…


Continuaremos hacia Egilsstadir, hasta el lago Logurinn o Lagarfljót, y lo bordearemos hasta llegar a Hengifoss. Nos espera una subida desde el aparcamiento hasta la cascada de una hora aproximadamente, pero no te das ni cuenta entretenido por las espectaculares vistas del lago y las cascadas que nos vamos encontrando por el camino.



Allí mismo tenemos Skriduklaustur, la casa de Gunnar Gunnarson, un sitio curioso que merece una visita ya que con toda seguridad no vais a encontrar una casa igual en toda Islandia, más aún teniendo en cuenta que esta justo al lado de un centro de visitantes, Snaefellsstofa, bastante interesante, donde hacer un pequeño alto en el camino y descansar un poco.

Egilsstadir es un “pueblo” que no tiene demasiado interés a no ser por los supermercados que tiene en caso de necesitarlos, y varios talleres caídos del cielo en caso de haber sufrido algún pinchazo.... pero desde allí podemos ir a uno de los las bonitos y pintorescos pueblos de Islandia, Seydisfjördur, con el regalo añadido de llegar hasta el por la maravillosa carretera 93, una de las vistas escénicas más atractivas del viaje en mi opinión….


Otra opción que no te dejará indiferente es pasar una noche o simplemente pasar el día en Mjóifjördur, una maravilla alejada de la civilización, posiblemente la zona más remota de Islandia a excepción de los fiordos del noroeste. Un fiordo precioso e increíblemente tranquilo, con un camino de acceso realmente bonito y salvaje.







Tanto Seydisfjördur como Mjóifjördur son los dos fiordos más bonitos del este, así que os lleváis un buen recuerdo de Islandia y supongo que un montón de fotos espectaculares… 🙂








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